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La ópera Madama Butterfly de Giácomo Puccini

Acto I
En el primer acto Lieutenant B.F. Pinkerton, un marinero a bordo del USS Abraham Lincoln en el puerto de Nagasaki se casa con Cio-Cio-San o Madama Butterfly, una geisha japonesa de 15 años. El casamentero Goro ha arreglado la boda y rentado una pequeña casa en la colina para que ellos vivieran. El cónsul americano Sharpless, un hombre amable, ruega a Pinkerton renunciar a su plan, debido a que la chica cree que el casamiento es una unión. El teniente se ríe de él, y la novia aparece junto a sus amigas geisha, alegre y sonriendo. Sharpless se entera de que, para mostrar la confianza de ella en Pinkerton, ha renunciado la fe a sus ancestros y por eso ella nunca puede regresar con su propia gente. Pinkerton también se entera de que es la hija de un desgraciado samurai quien cometió sppuku, y por ello la pequeña niña fue vendida para ser entrenada como geisha. El contrato de matrimonio es firmado y los invitados están brindando por la joven pareja cuando el bonze, un monje budista, entra, pronunciando una maldición contra ella por haber tomado la fe del extranjero, e induce a sus amigas y parientes a abandonarla. Pinkerton, irritado, apresura a los invitados y ellos salen enfadados. Con palabras de amor él consola a la triste novia, y ambos comienzan una nueva vida felizmente.
 

 

Acto II
El acto dos comienza tres años después. El viaje de deber de Pinkerton ha acabado, y él ha regresado a los Estados Unidos, habiendo prometido regresar “Cuando los petirrojos aniden nuevamente”. El fiel sirviente de Butterfly, Suzuki sospecha y con razón que él los ha abandonado, pero es reprochado. Mientras tanto, Sharpless ha sido nombrado por Pinkerton en una carta para contarle a Butterfly que el se ha casado con una mujer americana. Viendo su maravillosa fe, el cónsul no puede resistirse a destruirla.
Butterfly se encuentra tan salvaje con el placer de ver la carta de su amante que es incapaz de comprender su contenido. Ella cree que Pinkerton está de regreso, y en su alegría se rehúsa a escuchar a Yamadori, un rico pretendiente llevado por Goro, diciendo que ella ya está casada. Goro intenta explicarle que una esposa abandonada es una esposa divorciada, pero ella declara orgullosamente, El cónsul se va con tristeza.
Pero Butterfly ha sido por mucho tiempo sujeto de burlas. Justo cuando las cosas no se pueden poner peor, disparos distantes saludan la nueva llegada de los hombres de guerra, el Abraham Lincoln, el barco de Pinkerton. Butterfly y Suzuki, en una alegría salvaje, decoran la casa con flores y se adornan ellos mismos y a los niños con vestidos de gala. En tanto pasa la noche, una larga orquesta junto a un coro toca, mientras que Suzuki y los niños se van quedando dormidos gradualmente- pero Butterfly, alerta y sin mostrar signos de cansancio, no se mueve.

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Acto III
El acto tres se abre con Madama Butterfly aún observando determinada y firmemente. Suzuki se despierta y le lleva al bebé. Ella lo persuade a la exhausta niña para que descanse. Pinkerton y Sharpless llegan y avisan a Suzuki la terrible verdad, pero el teniente se encuentra profundamente herido de culpa y vergüenza!. Demasiado cobarde para decirle a ella en persona, él no puede permanecer, pero deja la ingrata tarea a su infortunada esposa. Suzuki, al principio violentamente enojado, es finalmente persuadido a escuchar como Sharpless le dije a ella que Mrs. Pinkerton cuidará del niño si Butterfly se rinde. Butterfly aparece, radiante, esperando ver a Pinkerton, pero en vez de ello se enfrenta con la nueva esposa de éste, Kate. Ella recibe la verdad con una calma patética, educadamente felicita a su reemplazante, y le pregunta a ella si puede decirle a su marido que en media hora tendrá al niño, y que ella misma “encontrará paz”. Luego, habiendo despedido a sus visitantes, ella es dejada a solas. A la hora prevista, Pinkerton y Sharpless regresan, y encuentran a Madama Butterfly muerta por su propia mano luego de haberse despedido de su pequeño niño. Ella ha usado como arma la espada de su padre, con la inscripción: “Morir con honor, cuando uno no puede seguir viviendo con él”. La ahora humillada, hija del desgraciado samurai, ha decidido morir orgullosamente por seppuku – el modo en que un samurai muere por honor.

 

Otras óperas de Puccini:
Le Villi
Edgar
Gianni Schicchi
La Rondine
Il Tabarro
La Fanciulla del West
Turandot
Manon Lescaut

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