“Actúa contigo mismo como si fueras tu propio alumno. Tienes que decirte a ti mismo qué es correcto hacer y asegúrate de que lo hagas; deja que el resto se preocupe de sí mismo”. Louis de Haas.
La frase anterior nos sugiere que cada uno debe ser su propio maestro, al igual que su propio alumno, y este es, realmente, el método más sensato para estudiar; porque si no eres capaz de saber antes de hacer, entonces nunca serás capaz de llegar a dominar ningún arte. Este es el gran problema que tenemos, casi siempre tratamos de hacer algo de lo cual no sabemos nada. En realidad, los estudiantes gastan muchas horas “practicando” pero sin pensar demasiado. Muchos estudiantes no tienen ni la más mínima idea de: primero: las claves de su estudio, segundo: el objeto del mismo y tercero: del significado de los diferentes signos de expresión. Incluso, cuando se les pregunta sobre el tiempo de práctica todos les aseguran al maestro haber practicado de una a dos horas diarias.
Ahora bien, el modo de ser tanto tu propio maestro como alumno requiere de tres importantes factores:
Primero: averigua cuántos bemoles o sostenidos hay, luego repítelos en voz alta varias veces. Al finalizar haz lo mismo con las diferentes claves. Es importante que hagas esto cada día antes de comenzar a tocar.
Segundo: Averigua el objetivo de la lección; nómbralo, es un estudio para legato, staccato ¿o que?.
Tercero: Examina los diferentes signos de expresión y domina su significado.
Una vez hecho esto ya eres tu propio maestro; y si pones en práctica lo que sabes, entonces te convertirás también en tu propio alumno.