A lo largo de los últimos años, casi todo el mundo se ha familiarizado con los problemas que a la industria musical le han traído aquellos sitios que permiten las descargas sin costo alguno. Tanto los ejecutivos de las compañías como los artistas consideran que estas prácticas están dañando las posibilidades financieras de la industria como un todo. ¿Y por qué es esto? Porque los individuos obtenían acceso a archivos de música de manera gratuita en lugar de comprar los discos, eliminando las ganancias. El resultado terminó siendo una gran cantidad de juicios contra individuos, y contra las compañías que les proveían el acceso libre a los archivos.
En esa misma época, sin embargo, comenzaron a emerger nuevas empresas creadas para proveer a los consumidores la posibilidad de descargar música pagando por ella. Estos avances parecen estar funcionando, ya que los ingresos de la industria musical siguen en alza, mientras que los fans disfrutan de música de calidad por una baja cuota de suscripción mensual. Esta opción funciona especialmente bien con aquellos que tienen una canción favorita, pero no están dispuestos a comprar la totalidad del disco solo por ese tema. Pero incluso en los servicios pagos existen ciertas restricciones con las que hay que ser cuidadosos para no violar leyes de copyright.
En la actualidad prácticamente ningún sitio continúa ofreciendo servicios de descargas gratuitas de canciones a la luz de los recientes juicios; pero algunos subsisten. Además de todos los problemas relacionados con la legalidad de las descargas, estos servicios a menudo carecen de la calidad de sonido Premium que las grabaciones profesionales ofrecen. Una interesante forma de descargar música, gratuita y legal, consiste en visitar el sitio oficial de un artista específico. Durante sus primeros lanzamientos, algunos artistas permiten a sus fans la oportunidad de descargar nuevas canciones enteras. El propósito de estas prácticas reside en incitar a los oyentes a que compren el disco completo escuchando una pista completa a modo de prueba. Pero como en general estas estrategias apuntan a promocionar canciones nuevas, suelen ser por tiempo limitado.
La forma más común de descarga de música es hacerlo en una computadora o reproductor de MP3. La mayoría de las computadoras ofrecen programas que le permitirán grabar una canción en un disco, sea para almacenarla o para reproducirla. Una vez descargadas, las canciones no pueden ser copiadas ni explotadas de ninguna manera. Las descargas son para uso personal y no pueden ser redistribuidas o vendidas.
Cuando descarga música a un reproductor de MP3, generalmente se requiere una conexión USB entre su computadora y el reproductor. Antes de transferir los archivos de música, lo mejor es asegurarse que su reproductor soporte el formato de archivo en el que están grabadas las canciones. Todos los reproductores pueden reproducir archivos .mp3, pero algunos también pueden reproducir .wma.
