Cuando desee mostrarle y enseñarle a los niños la intersección donde la música, la ciencia y la diversión se encuentra, ¿A quién llamaría? Para el debut de esta primavera del Centro Current Science & Technology (CS&T) en el Museo de Ciencias en Boston, la respuesta fue Yamaha.
La exhibición llamada “Jugando con música”, exploró algunos de los intrigados caminos en los cuales la tecnología en computación está siendo aplicada al arte de hacer música. A ella acudieron visitantes de las escuelas de Boston quienes usan sus instrumentos para hacer sus propias páginas musicales.

Una vista del panel de control del Diskalvier
El asesor de Yamaha piano, George Litterst demostró el uso del Disklavier Pro 2000, un novedoso piano con sistema de pianola. Con la ayuda de algunos voluntarios del museo, los estudiantes grabaron cortos pasajes de música sobre un Yamaha DC3A Mark III en el vestíbulo del edificio, luego se tomaron una fotografía e ingresaron información personal en una computadora. En otra habitación fueron capaces de usar una pantalla sensible al tacto para ingresar a las páginas web que tenían creadas -mientras que el Disklavier Pro 2000 utilizó datos MIDI para recrear la música que los jóvenes habían grabado.
“La actividad fue enormemente divertida para los niños”, dijo Litterst. “Ellos siempre están asombrados y emocionados por ver y oír sus presentaciones tocadas por el Disklavier.”
“Nosotros queremos que la gente se entusiasme con la ciencia y la tecnología, inspirando líderes futuros en la investigación y el desarrollo, y proveerles de un lugar donde puedan percatarse de los descubrimientos científicos y la nueva tecnología,” dijo David W. Ellis, el presidente y director del museo. “Los programas y exhibiciones de CS&T son experimentos audaces que realzan el conocimiento del público acerca de las investigaciones. Si funciona, se proporcionará un nuevo modelo que pueda resultar útil para muchas otras personas». Además de este proyecto, el museo también presenta el piano Yamaha Disklavier GranTouch DGT2IIXG. Se proporcionó a los pianos Yamaha una exhibición que combinara la colaboración de la División de Pianos Yamaha y los Pianos y Organos Boston.
[…] le puede gustar a alguien pasar cuatro años en una universidad o escuela de música aprendiendo cómo tocar música de otras personas? ¡Si te pones a pensar es realmente ridículo! […]