Richard Strauss ayudó a construir el puente de transición entre la clásica música occidental del siglo XIX y la era contemporánea. Su rico cuadro tonal evoca la suntuosidad del cromatismo de la yuxtaposición de los estilos románticos y eclécticos del siglo XIX, presagiando el pluralismo del arte post moderno y de la ópera alemana.
Al igual que la música de Wagner, los trabajos de Strauss suelen estar manchados por su conexión con la Alemania Nazi, si bien su relación con el gobierno de Hitler era más bien pragmatismo artístico que apoyo ideológico. En 1933, fue nombrado presidente de la Música de Cámara del Reich.
Pero si bien Strauss era un compositor atrapado por las circunstancias, un colaborador cobarde, o algo intermedio, aún se las arreglaba para producir una significante producción musical, entre la que se encuentran sus notables poemas sinfónicos y óperas.
Sus poemas sinfónicos eran trabajos instrumentales con tinte dramático, basados generalmente en alguna otra pieza artística, tales como alguna pintura, poesía o novela. También Zarathustra, Op. 30, es tal vez el poema sinfónico más famoso de Strauss. El trabajo hace referencia al libro de Friedrich Nietzsche que lleva el mismo título. La obertura de dicho poema fue utilizada para la introducción de “2001: una odisea espacial,” y ahora forma una parte muy presente de la cultura popular, haciendo referencia al progreso tecnológico y cultural.
Entre las óperas más notables de este magnífico compositor encontramos: Salome (basada en una obra de Oscar Wilde), Electra (basada un una obra de Hofmannsthal) y Der Rosenkavalier (cuyo libreto fue escrito por Hofmannsthal). Strauss compuso también la música para la versión fílmica de Der Rosenkavalier. La historia cuenta las aventuras y percances de Octavian, Caballero de la Rosa, a la vez que utiliza todos los elementos más idóneos del género cómico: los errores de identidad, los triángulos amorosos, los disfraces y la humillación de los rivales. Salome aprovecha la fascinación occidental con la sensualidad exótica tan popular de esta era.
Además de compositor, Richard Strauss fue director de orquesta, y grabó algunas interpretaciones inusuales de varias sinfonías de Beethoven y Mozart. Duramente criticado por su falta de emoción y por sus tiempos precipitados, Strauss se las arregló para reducir la 9ª Sinfonía de Beethoven a unos escalofriantes 45 minutos (por lo general la interpretación de dicha obra artística suele durar más de una hora). La escasez de expresividad puede ser inusual, pero algunos encuentran que las excentricidades de Strauss son aproximaciones minimalistas refrescantes hacia el ámbito musical.
Si que este compositor me sorprende en su lenguaje musical en donde se encuentra ya un cambio radical de música yo creo un seguimiento a Wagner donde se destacan mucho las percusiones y los metales bueno toda la orquesta se luce.
necesito musica urgente de este tio,es mu way mu xuli y to lo ke kerais pero lo necesito yaaaaaaaaaaaaaa es urgente de vida o muerte asike….. ejem ejem
uffff, espero llegar a tiempo rocio:
http://blogclasico.blogspot.com/2007/11/richard-strauss-elektra-opera-trgica.html
😛